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Incacrown
Fase 2
(Espíritu 4x4) - (Diciembre 2005)
Corona del Inca y el Volcán
Bonete marcaron el epicentro de un proyecto que pretendía
marcar tres record Guinness, el buceo, la navegación
y la trepada vehicular más alta del mundo.
La Reserva Provincial Laguna Brava y
un antiguo camino de arreo de ganado a Chile fue el marco de
ésta espectacular travesía solo apta para aventureros
y amantes del 4x4. El punto de vista de uno de los organizadores
y alma mater de Incacrown Fase-2, el especialista 4x4 Gustavo
M. Hartingh. .
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La introducción
Llegar después de un duro enlace de casi 1500 kilómetros
desde la riojana localidad de Vinchina provocaba en mí esa
particular sensación de flotar producto de la sobre-estimulación
requerida para lograr la concentración y enfrentar la desigual
lucha contra el sueño que solo el acto de manejar toda la noche
es capaz de provocar en nosotros. Estaba demasiado excitado como para
dormir y como el piloto de un avión que pide “pista”
me preparé un café y reflexioné, tal vez con
la inconsciente voluntad de prolongar al menos unos minutos más
esa espiritual y fantástica convivencia con la montaña
y sus desafíos que me habían tocado vivir en ésta
última semana. Afortunado el que tiene la suerte de plantearse
un desafío y poder materializarlo, daba cuenta con el propio
ejemplo que los retos y los proyectos son el combustible que a uno
lo mantienen activo y sintiéndose vivo. Al mismo tiempo me
alegraba pensar que aún en nuestra alicaída economía,
una persona sin recursos materiales propios suficientes puede interesar
con sus proyectos a empresas como Toyota, Gillette, Petrobras y La
Nación para que facilitaran los vehículos, dinero, combustible
y la difusión necesarias para cumplir un sueño, solo
es necesaria una férrea voluntad para llevarlos a cabo. Me
preguntaba a su vez si realmente existe el “espíritu
4x4” y la respuesta afirmativa no tardaba en llegar. La experiencia
de querer trepar lo más alto posible en un enorme cerro como
el Bonete (6759 msnm), pone a prueba los fuertes lazos de camaradería
que se demostraban con cada adversidad del trazado y era traducida
en incondicionales muestras de apoyo mutuo en el equipo y que no hacen
más que demostrar que si existe una forma de pensar y ver las
cosas similares entre los amantes de esta actividad motor, el espíritu
4x4.
Los preparativos
El permanente revoloteo del camarógrafo sobre el atareado grupo,
no hacía más que hacernos entrar en la cuenta de que
ésta no sería una expedición más. La cuidada
planificación logística para más de una docena
de integrantes y una semana de permanencia en un lugar remoto de la
cordillera que ni siquiera figura en los mapas, junto a la complejidad
de los desafíos propuestos y el importante apoyo material de
algunas empresas, causaban el efecto justo para que cada uno de los
integrantes sintiera que lo suyo era una participación especial
en un documental de la Discovery Channel.
Las cajas de dos de las camionetas, apenas alcanzaron para transportar
el voluminoso equipo de buceo y la cámara hiperbárica
que el médico de la expedición había previsto
como seguridad para la arriesgada inmersión de altura.
Los integrantes del “grupo 4x4” seguía más
interesado en tratar de distinguir a los indispensables tubos de oxígeno
medicinal entre los numerosos tanques de aire comprimido que de la
preparación misma de los vehículos, ya que todas las
Hilux-turbo eran 0 km, la rutinaria inspección de fluidos y
mecánica se tornaba en redundante de por sí.
Un capítulo aparte mereció la estiba de alimentos, los
cuales fueron prolijamente separados en un multicolor número
de contenedores plásticos, dispuestos y rotulados según
el cronograma de días/menú que cuidadosamente fue planificado
de antemano y que presumíamos evitaría descargas innecesarias
de nuestro “vehículo-almacén”. Los 600 litros
en bidones para combustible, competían por el espacio con un
sinfín de packs de agua mineral previstos para tan larga permanencia
alejados de toda posibilidad de reabastecimiento.
Colocados los últimos adhesivos, la caravana de cinco vehículos
partió cerca de las 4.00 AM. en dirección a la riojana
localidad de Vinchina, a una distancia de 1500 Km. de la Capital Federal.
Turismo & aclimatación
Una confortable noche de hotel, borró casi como por arte magia
las 17 horas de manejo del día anterior. La presentación
del cronograma a las autoridades de Gendarmería y Policía
de Vinchina, agregó la dosis justa de tranquilidad exactamente
al mismo tiempo en que nuestro teléfono satelital pasaba a
formar parte de sus carteleras.
El encuentro con Hernán, el geólogo enviado especialmente
por la Dirección de Minería de La Rioja, resultaría
ser inestimable a la hora de develar los secretos de la multicolor
paleta de la Reserva Provincial Laguna Brava, aportando además
valiosas cartas topográficas en escala adecuada y muy propias
a su área de trabajo. La Toyota SW4 del organismo sumó
así el sexto vehículo de la caravana.
El Balcón de Vinchina y las Estrellas Diaguitas, fueron paradas
obligadas antes de ingresar a la Quebrada del río La Troya.
Los misterios de la pirámide y la búsqueda de las huellas
fósiles, rápidamente se convirtieron en la diversión
más comentada de la mañana. Un rápido almuerzo
en el refugio El Peñón, inevitablemente trajo a colación
el papel que desempeñó éste importante sitio
histórico tan solo tres semanas antes cuando en ocasión
de nuestro viaje preliminar, cumplía impecablemente la función
para la cual había sido creado 130 años antes, salvándonos
de una furiosa tormenta de viento blanco. Una corta caminata de los
géiseres de Laguna Brava y sus 4300 msnm prenderían
las primeras señales de alarma e indicaban el fin de los paseos.
El temido Mal de Altura y sus síntomas serían de ahora
en más una temida compañía. El obrador de la
empresa Vialmani, fue la base de operaciones elegida para los próximos
cinco días.
Por ahí tenemos que bajar ?,...
El programa era sencillo, había que aumentar gradualmente las
horas de permanencia en altura, nuestro segundo día nos llevó
al borde del cráter de Corona del Inca y con tan solo una permanencia
de poco más de dos horas sobre los 5500 msnm, la sola visión
del desafío que sería bajar 200 Kg. de equipamiento
por el borde del cráter, puso serio a más de uno. Las
matemáticas para el cálculo de pendientes y ángulos
luchaban contra el dolor de cabeza de los integrantes. El grupo 4x4
decide que es hora de bajar dos camionetas lo más posible,
un audaz intento que nos llevó a buscar “la canaleta”
más adecuada, el apoyo de los buzos fue inmediato y la desconfianza
de los pilotos, también. Solo 500 metros de los casi 1500 fueron
posibles, el drenaje a la laguna se cerró en un chorrillo congelado
en donde los penitentes dijeron hasta aquí!. Remontar el lecho
congelado no fue tarea fácil, pero 1/3 era mejor que nada.
Era hora de volver a la base y replantear la estrategia. El silencio
y la preocupación general durante la cena, obligan a proponer
un “día pila”, la caminata de unos cuantos metros
cuesta abajo y sin equipos sembró demasiadas dudas como para
intentar algo al otro día. Recargaríamos pilas para
intentarlo recién al siguiente.
El Volcancito
Como alternativas para pasear y aclimatarse a la región no
le faltan, con buen ánimo y tarde en la mañana decidimos
visitar ésta maravilla geológica a poco más de
20 km. de nuestra base. La ruta internacional en construcción
por el Paso de Pircas Negras que comienza en la localidad de Vinchina
y que uniría a ésta con la chilena Copiapó, facilitó
en gran medida nuestro avance. Una disparatada sesión de canotaje
y buceo en las frías aguas, generó la distensión
que se buscaba. Ni bien retornamos al obrador, el trineo para bajar
los equipos por la canaleta congelada comenzó a hacerse una
realidad con la ayuda de un gran cartel vial.
Mientras el equipo de buceo se dedicaba a tareas metalúrgicas,
los del equipo 4x4 decidíamos como atacar nuestro objetivo
principal de viaje. Un trabajo de división en cuadrantes sobre
la cartografía, cerró la planificación de los
próximos cuatro días de intentos para ganar altura con
las 4x4. Esa tarde le tocó a la cumbre secundaria de 5710 msnm
y su hermoso mirador sobre el Campo de los Burritos Muertos. Llegar
a una apacheta cercana a la cumbre, abrir la puerta de la camioneta
y sacar de entre las piedras el sentido homenaje de un andinista a
su padre fallecido, aumentaba notablemente el grado de confianza y
la esperanza de poder concretar en éste viaje los esperados
6000 msnm para el registro Guinness.
Todo lo que baja, no necesariamente sube.
El plan era simple pero ambicioso. 3 ½ horas para llegar de
la base al borde del cráter. 2 horas para bajar, 2 para equiparse
y bucear, 3 horas para subir. Estas tres últimas suman las
7 horas de permanencia máxima esperada a 5500 msnm que contando
las 3 ½ horas requeridas para regresar, suman las 14 horas
de luz disponibles. Como lo había hecho en días anteriores,
dos camionetas cargadas vuelven a bajar la inclinada canaleta.
Pasó una hora hasta que el trineo y equipos son distribuidos
y alistados. Me hubiera gustado despedirme más adecuadamente,
el esfuerzo heroico de esas seis personas bajando cargadas esa pendiente
la cual luego deberían remontar casi al límite de sus
fuerzas, bien lo valía. Lo último que veo de ellos es
el desesperado intento de controlar el trineo que prefería
sucumbir ante los efectos de la gravedad sobre el arroyo congelado
que a la fuerza bruta de las cuatro personas que tiraban de las cuerdas.
Tenía 7 horas para intentar ascender la cara Oeste del Bonete,
la más protegida de los vientos y por ende llena de obstáculos
en forma nieve, hielo y penitentes que esperaban pacientes e implacables
para impedirme avanzar más allá de los exiguos 5740
msnm que logré ese día y que por obra del destino, ya
bien entrada la tarde, era la vieja ruta que allá por el 2000
vio nacer esta inquietante necesidad de ganar altura con nuestros
vehículos, solo por diversión ocasional. La espectacular
vista hacia la cordillera y la Corona del Inca no podían contra
la desesperanza provocada por el hecho de fracasar esa mañana
en lo que consideraba la ruta más viable para ganar altura
de todo el viaje. Solo la alegría de ver aparecer al primer
de los buzos por la canaleta, compensó sobremanera el mal día
para el equipo 4x4.
Alejandro, donde está Alejandro?
Como en toda familia grande, nosotros también teníamos
nuestro rebelde. Era uno de los entusiastas 4x4 que decidió
bajar al agua con su propio bote inflable (el gomón que se
llevó para asistencia de los buzos, hubo que abandonarlo a
su suerte junto a valiosos elementos de equipo y lastre que fueron
imposibles de volver a subir). Su bote de 28 Kg. que casi corren la
misma suerte que nuestro gomón. El equipo de la Escuela Argentina
de Buceo en horario y para las 5 PM. estaba completo, feliz y con
instrucciones de volver a la base. Eran ya casi las 8 PM. y Alejandro
aún no regresaba. Solo abandonando su pesada carga y 4 ½
extenuantes horas después se lo vio asomar por el filo de máxima
pendiente, son aquí unos pocos cientos de metros pero en salvaje
ángulo de 45º que para superar un desnivel de casi 300
metros y a 5500 msnm se convirtieron en una experiencia irrepetible,...
pero no para Alejandro. Al otro día volvería por su
querido bote!
El último cartucho...
Aliviados y con el objetivo cumplido, el numeroso grupo de buceo se
dispone a volver a la comodidad del hotel de Vinchina, al mismo tiempo
en que a nosotros se nos acababa el tiempo y el combustible. Hoy le
presentaríamos batalla a la cara Sur del volcán, sin
duda la más áspera y la de último recurso. Toda
la semana estuvimos viendo esa enorme cicatriz dejada por la lava
al fluir desde la boca del cráter en dicha dirección.
No nos equivocábamos y el atrevimiento nos costó las
dos primeras y únicas cubiertas rotas del viaje. Pero ganaríamos
mucho más...
Era una mañana espléndida, casi tan perfecta como la
de los días anteriores. Un marco irresistible para sucumbir
ante la tentación de llegar a los restos del avión Curtiss
C-46 siniestrado en la orilla Oeste de la Laguna Brava. Una osada
estrategia de asalto a campo traviesa y poco más de 10 kilómetros
fueron necesarios para adjudicarnos una justa victoria que levantara
nuestra ya alicaída moral. Poco duraron los festejos al comprobar
que teníamos por delante una caminata de casi 1 kilómetro
en cenagoso pantano. El brillo del aluminio era tan solo una tentadora
zanahoria distante, justo como le debe haber parecido la costa de
tierra firme a las pobres yeguas que eran transportadas por el avión
y que lograron sobrevivir al triste accidente. Alfredo y su inmaculada
parka amarilla, comprobarían su húmeda consistencia
en menos de una fracción de segundo. La versión atacameña
de arena movediza se lo traga hasta la cintura, sin consuelo y con
solo dos animales momificados por toda compañía, finalmente
se decide a pedir ayuda. Volver a dar una mano, fue casi tan duro
como convencerlo de que la única forma de salir del atolladero
era tirarse de panza y descargar así el peso sobre las piernas.
No convencido en un principio pero con la certeza de que estaba viendo
al mundo desde una óptica cada vez más cercana al suelo,
se deja caer y no sin esfuerzo se libera, repitiendo a viva voz nuestra
muletilla de viaje: “Que momentoooooo,.. Colo. Que momento !”,
frase adoptada solo para aquellas situaciones en donde el nivel de
compromiso en que poníamos la 4x4, era tanto o más elevado
que los niveles de nerviosismo y adrenalina que un incómodo
ángulo de trepada podía aportar (a veces solo superada
por “el” momento, aquel en el que decidíamos que
era hora de morder el documento de identidad e intentar salir del
atolladero,.. una carcajada y un cigarrillo remataban siempre el final
feliz de una segura futura anécdota,... y que no fueron pocas).
Terminada la distracción y la espectacular sesión de
fotos en ese blanco mar de sal enfilamos a la Planchada del Hombre
Muerto, acertado topónimo al cual nosotros involuntariamente
estuvimos muy cerca de convertir al plural. Tres fueron las veces
en que luego de una o dos horas de trepada nos encontrábamos
al borde de un barranco sin salida (sádicas confirmaciones
posteriores con las imágenes satelitales 3D hablaban de 100
metros o 30 pisos de altura el más pequeño). Particular
recuerdo guardamos del último de ese día. Aquel que
al llegar al borde nos hizo confirmar esa dura realidad la cual rezaba
que nos habíamos olvidado embalar los paracaídas para
las camionetas. Bastó con solo mirar por la luneta trasera
la inmensidad del campo de lajas de punta y la abrumadora pendiente
que debíamos remontar marcha atrás, para que acabasen
instantáneamente, sonrisas y muletillas. Era hora de pedirle
por favor al Sr. GPS que nos sacara de éste lío... y
le jurábamos que sería el último. El reloj de
la cabina marcaba las 22.00 y nosotros aún implorando misericordia
al volcán Bonete para que nos habilitara una salida, porque
sencillamente daba la impresión que solo existía una,
aquella muy lejana por la cual habíamos ingresado. Jugar a
la gallinita ciega sobre los filos de 5600 metros y sin ningún
auxilio disponible era la graduación de lujo para nuestro ahora
muy serio navegante. La voz en la radio de nuestro amigo que por tercer
día consecutivo subía a Corona del Inca, ésta
vez a buscar su bote resultó en una esperanzadora compañía.
Claro que la probabilidad de que nos tuviera que ir a buscar un auxilio
a 190 km. de distancia le debe haber resultado casi tan espantosa
como el hecho de tener que encontrarnos a medio camino de la cima
del volcán. Más de 25 kilómetros en oscuridad
plena hicieron falta para que finalmente nos encontráramos
sobre huella conocida en donde la luz amiga de la camioneta de Alejandro
nos colmó de alegría plena, casi tanto como el hecho
de poder comprobar que esto del “Espíritu 4x4”
no es puro cuento, es una poderosa verdad, vigente y plena, parte
esencial de la naturaleza del piloto 4x4. Planteadas así las
cosas, no nos quedó más remedio que jurar volver.
La travesía en números
3000 km y 32 horas fueron los necesarios para enlazar a la riojana
localidad de Vinchina con Buenos Aires (ida/vuelta)
1500 km se hicieron fuera de ruta
6 camionetas (4 Toyota SR-V turbo, 1 Toyota SW4 y una Defender 110)
8 meses de entrenamiento físico y de preparativos requirió
la travesía
8 días insumió el total del viaje
15 personas formaron parte del viaje
600 litros adicionales de combustible se subieron a la base en Vialmani
5740 msnm fue la alt.max.lograda por las 4x4 en el volcán
Bonete
5250 msnm fue la altura a la cual se realizó la inmersión
a una profundidad de 3 metros y por espacio de 8 min. Visivilidad:
+50 mts.
4 ºC resultó ser la temperatura del agua de la laguna
1 gomón fue bajado al crater para las tareas de seguridad
y medición
6 metros fue la mayor profundidad detectada para la lag.Corona del
Inca
2 1/2 hrs el mínimo y 4 1/2 hrs fue el max. tiempo necesario
para remontar peatonalmente el borde del crater
32 kgr. fue el peso promedio que debió subir cada participante
del equipo de buceo sobre sus espaldas
4 G.P.S. operaban en simultáneo para dar seguridad al operativo
1 teléfono satelital y 6 radios VHF establecían las
comunicaciones
230 ltrs. de agua mineral y 150 Kgr. de alimentos debieron ser transportadas
desde Buenos Aires
6 tubos grandes y 2 portátiles de oxígeno fueron previsto
1 cámara hiperbárica portatil debió ser trasladada
por seguridad
2 noches de Hotel fueron las previstas por la Organización
(Vinchina)
Los integrantes del equipo
TEAM 4x4:
1. GUSTAVO M. HARTINGH, ENCARGADO DE LA EXPEDICIÓN
- ESPECIALISTA 4X4 ENCARGADO DE LA PLANIFICACIÓN GENERAL Y
LA NAVEGACIÓN SATELITAL
2. MIGUEL ESTEBAN, PILOTO 4X4 A CARGO DEL VEHÍCULO
DE APOYO PRINCIPAL DE LA EXPEDICIÓN (Fase 1 y 2)
3. GABRIEL LOMBARDO, PILOTO 4X4 A CARGO DE UNO DE
LOS VEHÍCULOS T.T. DE LA EXPEDICIÓN
(Fase 1)
4. ALEJANDRO GODIO PHILIP, PILOTO 4X4 A CARGO DE UNO
DE LOS VEHÍCULOS T.T. DE LA EXPEDICIÓN (con EQUIPO DE
COLABORADORES propio: MIGUEL MEDINA, MIGUEL GANDO)
(Fase 2)
TEAM BUCEO:
5.ALEJANDRO POWELL : BUCEADOR AVANZADO -ASISTENTE
DE LOGISTICA
6.FABIAN LAVALLE: BIOQUIMICO , ESPECIALISTA EN NUTRICION
Y SUPLEMENTOS VITAMINICOS -BUCEADOR AVANZADO ASISTENTE DE LOGISTICA
7.MARTIN MATASSA: ESPECIALISTA EN MECANICA Y REPARACION
DE EQUIPAMIENTO DE BUCEO Y AUTOMOTRIZ. ASISTENTE DE LOGISTICA
8.MAGIN GAVERNET: MEDICO HIPERBARICO RESPONSABLE DE
LA SEGURIDAD MEDICA DE LOS BUCEADORES PRE-DURANTE -POST PROYECTO -BUCEADOR
AVANZADO
9.NORBERTO LUNA: CONSTRUCTOR NAVAL .ENCARGADO DE LA
FABRICACION DE LA CAMARA HIPERBARICA MOVIL. BUCEADOR. ASISTENTE DE
LOGISTICA
10.LEONARDO CULOTTA: BUCEADOR AVANZADO - MONTAÑISTA
- CIMA ACONCAGUA 2003
11.FEDERICO KIRSCHBAUM: BUCEADOR AVANZADO . ADMINISTRADOR.
LOGISTICA. INTEGRANTE DEL GRUPO DE INMERSION
12.DARIO NEU: DIRECTOR DE LA ESCUELA ARGENTINA DE
BUCEO A CARGO DE LA SEGURIDAD Y LOGISTICA DEL PROYECTO DE BUCEO .INSTRUCTOR
3 ESTRELLAS CMAS .STAFF INSTRUCTOR TRAINER CMAS.
TEAM FILMACIÓN/PRENSA:
13.JULIAN KNOOP : Andinista y Camarógrafo para
zonas agrestes, alta montaña. Fotógrafo de fauna y flora
de Sudamérica. Diseñador de comunicación gráfica
digital. Fotografía digital.
14.ALFREDO SANCHEZ : Fotógrafo y enviado especial
del diario "La Nación"
TEAM GEOLOGÍA: (enviados por LA DIRECTORA de
la DIRECCION GENERAL DE MINERIA DE LA RIOJA MERCEDES ORTIZ.)
15. HERMAN HUNICKEN : GEOLOGO, DIRECCION GENERAL DE
MINERIA DE LA RIOJA (JEFE Dpto. GEOLOGIA MINERA) , Y PROF. UNIVERSIDAD
NACIONAL DE LA RIOJA (MATERIAS: GEOLOGIA GENERAL, GEOLOGIA ESTRUCTURAL
Y FOTOGEOLOGIA APLICADA)
16. RAMON FERREIRA : CHOFER D.G.M.
Nuestros
Sponsors:
Toyota Argentina
Gillette Argentina
Petrobras
La Nación
4x4 Café
PinoSub
CressiSub
U.s Divers
Escuela Argentina de Buceo
Trans-Traf Empresa de transporte
Escuela Argentina de Triatlón
Droguería Magna
Saturn Suplementos Nutricionales
programa t.v. Hola Susana (marzo 2005)
programa t.v. Sumergidos
programa t.v. Fox-Sport 4x4-experience tour
programa t.v. 4x4 Aventura
revista Weekend
revista Aventura
revista Lugares
revista Clubs & Countrys
revista Wings
como así la importante colaboración
de Gendarmería Nacional Argentina y autoridades de turismo
y dirección del Gobierno de la provincia de La Rioja
4 VideoS de Incacrown Fase-2
(incluído el del living de Susana Gimenez)
Descripción: Corona del Inca y el Volcán Bonete marcaron el epicentro de un proyecto que pretendía marcar tres record Guinness, el buceo, la navegación y la trepada vehicular más alta del mundo. La Reserva Provincial Laguna Brava y un antiguo camino de arreo de ganado a Chile fue el marco de ésta espectacular travesía solo apta para aventureros y amantes del 4x4. El punto de vista de uno de los organizadores y alma mater de Incacrown Fase-2, el especialista 4x4 Gustavo M. Hartingh.
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TODAS LAS FOTOS EN TAMAÑO 800 X 600 (PRESENTACION DE DIAPOSITIVAS)
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