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Incacrown
Fase 1
(Espíritu 4x4) - (Noviembre 2005)
Corona del Inca y el Volcán
Bonete marcaron el epicentro de un proyecto que pretendía marcar
tres record Guinness, el buceo, la navegación
y la trepada
vehicular más alta del mundo.
Corona
del Inca, el primer intento de ésta temporada. (Nov13/2005).
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RELATO DE VIAJE,...
Como ya muchos saben, la aspiración de ver
quien sube más alto en un 4x4 no es nueva, hace ya varios años
que se viene trabajando en esto y son varios los viajes que muchos
de nosotros tenemos a la zona. Patagonia4x4 y luego Path4x4 no fueron
ajenas a esto y la convocatoria a través del Foro (en ese tiempo
era uno solo) allá por el 2000 derivó en una multiplicidad
de opciones y vivencias que entre nosotros llamamos Los Techos de
América I. Esta vez con dos sutiles diferencias, los papeles
para el registro Guinness en la guantera de la camioneta y la opción
de acercar otra actividad al 4x4, la opción de bucear la laguna
del cráter. Dos intentos de buceo anteriores casi le cuestan
la vida a sus protagonistas.
Como son los retos y proyectos lo que a uno lo hacen
sentir vivo, decidí convocar hace 8 meses a la gente de la
Escuela Argentina de Buceo para que me acompañe en esta nueva
aventura. Tomaron el guante y empezaron los preparativos y el vital
entrenamiento físico intensivo de tres veces por semana para
el grupo de más de 10 personas que compondría el team
de buceo para el intento de principios de Diciembre. Había
que testar los resultados y se decidió un primer asalto para
mediados de Noviembre, el proyecto “Incacrown” se dividiría
en dos partes (4x4 y buceo) y en dos etapas (viaje preliminar y final),
así fue como éste Sábado 13 de Noviembre a las
2.00 AM se puso en marcha...
Incacrown Fase-1, un combate a tres asaltos...
De buen ánimo y con solo la ayuda de amigos entusiastas del
4x4 (las Hilux de Miguel Esteban y Gabriel Lombardi secundadas por
la Isuzu 3.1 del “Peti” Fabián) nos dispusimos
a enlazar Buenos Aires con Vinchina en la provincia de La Rioja, sin
más apoyo material más que el de nuestros propios bolsillos
(el poco esponsoreo para nuestra actividad en el marco de nuestra
alicaída economía nacional, es ya un tema recurrente
entre nosotros). Un variado y alegre grupo de 10 personas que estaba
compuesto en su mayoría por los buzos, el equipo de filmación
y los pilotos de las 4x4. Oxígeno, comida para varios días
de vivac y una batería de medicamentos fueron parte de la organizada
logística de viaje.
El OBJETIVO era sencillo, tomar un primer contacto
con la altura y evaluar el estado físico y mental para afrontar
el desafío que significaba bajar y subir la escarpada pendiente
de casi 1 km del cráter -ésta vez sin los 60 Kg. de
equipo que cada inmersión requiere-, mientras que las 4x4 tomaban
contacto con las diferentes rutas de ascenso en los cerros-record
lindantes.
El VIAJE de ida transcurrió sin mayores inconvenientes
más que las molestas mosquitas en los sándwich de milanesa
en la parada gastronómica en medio del espinal riojano. Los
gordos pollos de campo que Doña Luisa nos cocinó en
su horno de barro a pocas cuadras del hotel de Vinchina, marcaron
el final de las extenuantes 16 horas de enlace con la capital
Domingo 14, 07 AM. Como el viaje no era estricto en
horarios, decidimos “acomodarnos” al fijado por el hotel
para el desayuno, el largo descanso y el agua caliente de las duchas
hicieron milagros a la hora sacarnos la fatiga de manejo del día
anterior, un punto a favor y una valiosa experiencia para los demás
viajes.
La maravillosa Quebrada del río La Troya, sus
singulares y clásicas paradas fotográficas no hacían
más que confirmar el espíritu relajado de éste
viaje de relevamiento.
Un grato reencuentro con el Guarda fauna Cirilo Urriche en Alto Jagüe
nos traía a la memoria viejos recuerdos de aventuras pasadas
y confirmar que hay cosas que por suerte, nunca cambian. Alto Jagüe
no sería el mismo sin Don Cirilo “abarajando” las
camionetas en medio de la singular avenida-río que es la calle
principal del pueblo. Combinamos con él que en el próximo
viaje dejaríamos registrado en video material sobre el importante
papel del pueblo en época de los arreos de ganado a Chile,
para que corrales y personajes salieran así de su forzado retiro.
Alto Jagüe tiene mucho para contar y no merece solo detenerse
unos minutos a pagar la exigua tasa de ingreso a la Reserva Provincial
de Vicuñas.
La llegada al primero de los refugios construidos en época
de la presidencia de Sarmiento hacía casi 150 años nos
dio la primera señal que algo no andaba bien con el clima,
los primeros manchones blancos de nieve se acumulaban a tan solo 3000
metros de altura y “solo” teníamos que trepas 2000
metros más !. La comodidad del Peñón y unos amenazantes
nubarrones grises me convencieron de que era hora de aprovechar para
comer y esperar que pasaran de largo, una verdadera ingenuidad de
mi parte.
Hasta ese momento, no sé si estaba más preocupado por
la posible tormenta o por la forma en que nuestro administrador-buzo
(mi cuñado Federico) leía las instrucciones en el paquete
de fideos que tenía que cocinar para nosotros.
El sol que ingresaba por la puerta (en realidad el ojo del huracán)
nos convenció de levantar campamento y seguir nuestro camino,
con la sola penalización de no comer postre. Dejamos el testimonio
de rigor en el libro de visitas y partimos.
El PRIMER ROUND, nunca había visto al Portezuelo
de la Laguna Brava con semejante acumulación de nieve, no sin
algo de esfuerzo pero sin “encajadas” superamos el abra
y la vista de nuestra huella solo se intuía por el hecho de
que tan solo sus bordes no estaban cubiertas por nieve recién
caída, era bastante desoladora pero no habíamos llegado
hasta acá para lamentarnos, varias pasadas a izquierda y derecha
de la misma, a veces teniéndonos que alejarnos a campo traviesa
más de 200 metros, nos dejó avanzar casi un kilómetro.
En medio del tercer o cuarto rescate con el malacate. el cielo se
cierra sobre nuestras cabezas y conocí de la peor forma, teniendo
dos de tres camionetas encajadas en la nieve y muy lejos de la huella,
el tan temido “viento blanco” (*).
Es difícil de explicar lo que significa no ver más allá
del gancho del chasis del cual te estás tomando y seguir luego
el cable de acero con la mano para llegar al malacate, tratando de
escuchar por el handie la orden de comenzar a tirar, mientras miles
de afiladas agujas de hielo penetran la parte más expuesta
de la ropa, la cara y los pantalones ayudadas por el hecho de volar
horizontalmente al ras del piso.
Reagruparnos nos costó dos intentos y tan solo estábamos
separados unos cuantos metros, finalmente cuando ya estábamos
los tres en línea y con la adrenalina del que sabe que en esto
le vá la vida, tomo la radio y lo único que se me ocurre
modular es “... paciencia, que esto va para largo. Tenemos el
GPS y solo él nos va a sacar de éste lío”.
En comunión con uno mismo, cada uno de nosotros repetía
para sus adentros la imagen mental de las serpenteantes vueltas que
dimos para hacer éste último kilómetro a efecto
de esquivar varios de traicioneros pozones de nieve acumulada que
nos habían dejado encajado ya varias veces. La cosa no iba
a ser fácil.
Afortunadamente el Garmin 76S estaba grabando silencioso y fielmente
nuestro intrincado derrotero. Inevitablemente tensos y angustiantes
minutos circulando en zig-zag hasta que finalmente el vendito triangulito
negro, en realidad lo único que yo veía -afuera nuestra
huella se perdía en la pared blanca en apenas un metro- nos
fue subiendo de a poco otra vez al abra donde la visibilidad mejoraba
con cada metro. La euforia de haberle ganado un round (que no sería
el último) al viento blanco, era directamente proporcional
a los gritos de alegría que se escuchaban por la radio. Punto
para el team. (los jueces decidieron premiar el esfuerzo y el espíritu
de equipo)
Solo al llegar a la seguridad que da un techo, entendimos el verdadero
significado de esas “casuchas” del siglo pasado. Afuera
la nieve se acumulaba sobre las camionetas y nosotros vivenciábamos
las historias de los sacrificados arrieros en carne propia.
El SEGUNDO ROUND. Lunes 15, 08 AM. Aletargados por el frío
y el color del cielo, en un golpe de optimismo propio de los que no
quieren rendirse sin luchar, decidimos darle batalla a Laguna Brava.
Como en una reunión de generales, planificamos la estrategia
a seguir. Se la pelearíamos por los otros dos frentes posibles,
el Central estaba ya agotado. El Norte y directo acceso de la Quebrada
de Santo Domingo sería nuestra primera opción. El duro
y largo recorrido Sur de la Quebrada del Leoncito para lo último.
1 a 1, el Santo no estuvo esta vez de nuestro lado y la Quebrada siguió
manteniendo la virginidad, el secreto de su acceso llegó tarde
de la boca de Cirilo dos días despues. Esta vez no nos fue
posible avanzar más que unos kilómetros, el viaje se
estaba convirtiendo en una travesía 4x4 en donde los buzos
aprendían rápido el ABC de los elementos de rescate
y las técnicas de manejo.
El TERCER ROUND. Solo quedaba el largo intento Sur,
casi 100 km deberíamos efectuar si queríamos entrarle
a la Laguna por uno de sus flancos más débil y bajo,
los 4280 msnm del abra de la laguna Veladero. Regresar por sobre nuestros
pasos, fue tan penoso como el propio intento de Santo Domingo.
Un sencillo Waypoint marcado como escape1 en las cercanías
del obrador de Roggio, bastó para meternos en una picada que
al principio pensamos que de seguir así, consumiría
gran parte de nuestro día pero que finalmente al meterse dentro
del lecho seco de un río fueron unos 25 km. relativamente sencillos
y en donde el track traído desde Buenos Aires pensando en una
alternativa de escape a Jagüe relativamente rápido, cobró
un impensado protagonismo estelar.
Pampa de los avestruces hacía honor a su nombre, aunque mejor
le hubiera cabido algo más nacional, como Pampa de los choiques,
sus verdaderos y más autóctonos propietarios que atentos
a sus charitos posaban relajados para las cámaras y esta vez
no a la carrera como suele vérselos en otra época del
año.
La Quebrada del Leoncito y la espectacular Salina fueron antesalas
mágicas para la increíblemente celeste Laguna Veladero.
Los guanacos de las proximidades de Jagüe, con la altura se convirtieron
en cientos de ágiles vicuñas. Las dos abras nevadas
que nos separaban de Laguna Brava, no fueron ya un problema para el
team de buzos que había aprendido a la fuerza las técnicas
básicas de rescate en nieve y con gusto se lanzaban de los
vehículos a posicionar las eslingas, cables y poleas.
Finalmente llegamos a la laguna con el único objetivo de buscar
nuestro segundo refugio de piedra. Nunca había visto a la Brava
confundirse de tal forma con el paisaje. Una desteñida imagen
en blanco y negro resultó un raro privilegio a sabiendas de
que no muchas personas llegan aquí en Invierno, si hasta ayer
teníamos dudas de poder llegar a Corona, ésta hermosa
panorámica daba por tierra cualquier expectativa.
Pero como ésta pelea era a tres round, no habíamos llegado
aún a la mitad de la laguna cuando una pared –literalmente
hablando- de un extraño gris blancuzco venía en rasante
vuelo desde el NO, directo hacia nosotros.
Con las heridas del día anterior aún no cicatrizadas,
pero con la calculadora entereza de evaluar la dirección que
traía el monstruo blanco (NO-SO), apenas nos dio tiempo para
que el equipo de filmación lograra una espectacular toma del
flanco del monstruo cuando pasaba rozando nuestras camionetas mientras
nos dirigíamos presurosos (por no decir corriendo...) a la
seguridad del horizonte Sur. 2-1 para la Madre Naturaleza
El REGRESO, los hermosos 100 km por el cauce del río
La Troya en dirección a la seguridad del pequeño poblado
de Guandacol, marcados en el GPS como escape2 no hicieron más
que acrecentar la firme convicción que frente a las fuerzas
de la naturaleza y su poder nada podemos hacer nosotros, sencillos
mortales que planifican desde la seguridad de las ciudades y las charlas
de café, irrumpir con sus por demás frágiles
vehículos en un entorno que solo aceptará una intromisión
como ésta cuando esté de humor para hacerlo.
Formar parte del paisaje no era una opción cuando salimos,
pero sencillamente es una posibilidad cierta que con medios adecuados
solo la hacemos un poco menos factible.
Martes 16, 10.30 AM. Un merecido descanso en el hotel
de Villa Unión y un reportaje para la curiosa radio local (tienen
el estudio a la calle y por los altoparlantes exteriores se escucha
lo que estás diciendo al aire...), escucharnos luego por la
FM de las camionetas resultó un entretenimiento distendido
e ideal para un regreso “.. parando en todas”.
La traza de los 30º, las termas de Agua Hedionda, el túnel
de Jachal, la hamburguesería de Caucete, el P.N.Sierra de la
Quijadas fueron solo alguno de los motivos por el cual el nuestro
retorno a casa se extendió a tan solo 21 horas!. Como decía
Miguel en el mirador de Quijadas, “.. ya me parecía raro
que nos traiga por acá, ... con éste se sabe cuando
uno sale, pero jamás cuando y por donde uno vuelve!”
La MORALEJA, es muy tonto y propio del ser humano
subestimar las cosas que no conoce o no domina, pocas veces la cordillera
admite errores. Bastan solo 15’ para congelar una mano en un
viento blanco y muchos menos minutos para hacer alguna tontería
de la cual arrepentirse luego, es tarde.
Los CONSEJOS, humildemente quisiera darlos.
a) Tres es un número cercano al ideal para un viaje de este
tipo. Menos sería un poco peligroso y más en condiciones
de clima riguroso complicaría notablemente los tiempos de respuesta
ante situaciones de crisis.
b) Los elementos de rescate y tecnológicos pasan a ser vitales
a la hora de salir de situaciones difíciles.
c) Llevar siempre un navegante capacitado, el uso del GPS a veces
significa la diferencia entre vivir y morir. Así de resumido
y simple. (Gracias, Miguel Medina por el 76S)
d) La planificación de rutas y los escapes posibles en la cordillera
se tornan de vital importancia, llevar rutas alternativas aunque se
tenga la certeza que no serán transitadas. Nunca digas nunca.
e) Avisar en los puestos de Gendarmería el posible itinerario
a seguir, así lo hicimos nosotros y si no dábamos aviso
antes, ya se estaba preparando un contingente para buscarnos.
f) Llevar un teléfono satelital. Los u$s 7 que cuesta al minuto,
son extremadamente económicos contra el valor de los angustiantes
minutos bloqueados en la cordillera. Saber que te están buscando,
marca una gran diferencia.
g) La vestimenta resultó fundamental, los buzos se reían
cuando les pedía que llevaran calzoncillos largos y antiparras
de ski, decían que yo confundía las palabras esquiar
con bucear. Se dieron cuenta de la peor manera de que tenía
razón.
h) La medicación antes y durante el viaje, resultó en
un increíble 10 a 0 a favor de nuestro buzo-médico,
que a fuerza de repartir pastillas a diestra y siniestra mantuvo alejado
al temido “Mal de Altura” fuera del equipo. Los seis botellones
de oxígeno medicinal no fueron usados en lo absoluto.
i) Preparación previa y organización durante la travesía
son claves para el éxito del viaje. Se deberá dejar
claro “a nivel de mar” los roles de cada uno de los integrantes
del grupo.
La REVANCHA, Incacrown Fase-2, el asalto final...
El fin de semana del 4 al 8 de Diciembre y si hay confirmación
previa de alguna travesía exitosa al área de Corona
del Inca, pretendemos hacer los ascensos de 4x4 y el buceo de altura.
Si no conseguimos un auspiciante, se hará como hasta ahora
y se reunirá entre los participantes un fondo para pagar el
combustible de los entusiastas 4x4 que quieran participar de ésta
aventura poniendo su vehículo para transportar a tres integrantes
del numeroso equipo de buceo (son 15). Necesitamos 5 (hay tres anotadas).
Quedan invitados el resto a participar de la experiencia, organizándose
entre ustedes, siempre que podamos combinar el itinerario y las actividades
a desarrollar.
Un abrazo
el Colo
(*): el “viento
blanco” que es la nieve polvo levantada por el viento,
lo que dificulta mucho la visibilidad y la orientación
TODAS LAS FOTOS EN TAMAÑO 800 X 600 (PRESENTACION DE DIAPOSITIVAS)
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